viernes, 20 de septiembre de 2013

Reseña Ensayos sobre metodología sociológica. Cap 1. La “objetividad” cognoscitiva de la ciencia social y de la política social.-1904- Max Weber.

El capítulo refiere a un artículo que  data de 1904, precisamente en referencia al momento y la situación del traspaso de la publicación “Archiv für Sozialwissenschaft und Socialpolitik”, a los nuevos editores, entre ellos Max Weber.

En el texto destaca algunos ejes de la problemática sobre el punto de contacto entre las ciencias sociales y la política social; uno de ellos es acerca, de los muy difusos límites que en ciencias sociales hay, entre el “deber ser” de la política y lo “que es” de la ciencia. Límite difuso porque para observar “lo que es”, se está siempre condicionado, “contaminado” o atravesado  por un contexto que de una manera u otra, siempre posee una noción acerca del “deber ser” dominante.

Remarca que jamás puede ser tarea de una ciencia empírica, proporcionar normas, leyes generales que determinen obligatoriedad, de las cuales puedan desprenderse principios para la praxis; no obstante que los juicios de valor provengan de la discusión científica, implica que, en determinado momento serán principios ideales, y por ellos tienen origen subjetivo.

Otros de los ejes a través en los cuales el autor propone la diferenciación entre política y ciencia, en cuestiones concretas de la práctica; es en la relación fines/medios. Esta relación puesta en juego es una de las herramientas para poder cumplir una de las funciones esenciales de la crítica técnica.

Nos dice que de una apropiada evaluación de fines y medios; así como a partir de establecer un determinado fin, podemos evaluar racionalmente cuales son los medios necesarios para alcanzarlo; podría desde la misma racionalidad, analizarse si los medios que se tienen al alcance podrían ser suficientes en la concreción de fin, de manera de poder evaluar los efectos no deseados, o hasta determinar que probabilidades hay de conseguirlo. En este caso la ciencia deberá proveer el conocimiento producto del análisis de los hechos; pero jamás podrá determinar el fin; ese siempre será un resorte de la política.

Vinculado a esta recomendación,  da también una firme diferenciación entre la conciliación de la práctica política, respecto del sincretismo en ciencias, apelando a distinguir con claridad esa diferenciación de responsabilidades, en las que el deber científico es la búsqueda de la aproximación a la verdad en la observación de los hechos; y el deber político de adherir a ideales; y a que habría una relación – a mi juicio dialéctica – entre; ciencia social, en tanto ordenamiento conceptual de los hechos y, política social, como exposición de ideales; ya que la crítica hay que hacerla en forma de confrontar ideas.

El autor, en el contexto de Alemania y la concepción de estudio de los hechos de la cultura; no presenta la realidad social como algo dado, medio en el cual el investigador descubre; sino como una realidad que es interpretada por el investigador, que es comprendida de una determinada forma. Lo social deber ser analizado a partir del sentido que los actores le dan a la práctica, de su significado.


Se presenta otra idea de objetividad, respecto de la escuela francesa, es una idea que propone analizar la acción social, y que debe hacerlo sin la posibilidad de descartar las prenociones, ya que esos valores están en el sujeto, aún en el investigador; y no ver eso, implicaría no ser objetivo. Weber objetiviza en análisis de la realidad, incorporando al sujeto a esa realidad.
No obstante queda una clara posición respecto de que la Sociología debe actuar en tanto Ciencia, como disciplina específica y autónoma, confrontando en este punto al pensamiento de Marx, donde el límite del científico, del cientista social específicamente iba mas allá; entendiendo que el límite entre ciencia y política, no era una separación de campos, sino el punto de encuentro.

En ese campo de tensiones entre coincidencia y desacuerdos, lo que está claro es que hay una clara mirada en el sentido de que, la Ciencia Social, debe ocuparse de la realidad política, realidad en la que la preocupación era el desarrollo del capitalismo y específicamente la situación de vida de la clase obrera que el sistema había creado. Piensa la reforma como forma de confrontar a la revolución.

En la obra, el autor deja planteadas definiciones conceptuales respecto de la objetividad y el conocimiento, entre los que se destacan:

Ø  Unilateralidad.

Ø  Relación de Valor.

Ø  Crítica técnica.

Ø  Juicio de valor.

Ø  Juicio de hecho.

Ø  Acción social.

Ø  Significación cultural.

Ø  Tipos ideales.

Ø  Individuo Histórico.

Todos estos conceptos se relacionan entre sí en forma dialéctica, en la que unos son parte constitutiva de otros y completan una idea metodológica y argumentativa coherente, entre ellos hay dos conceptos centrales que hacen al objeto de estudio y al método para abordarlo.

La Acción Social, es toda acción que tenga sentido para los actores, originada por alguien y que sea percibida por un conjunto; tiene un fin vinculado con “el otro”, de manera que hay un principio de relación lógica instrumental. La Acción social (es a partir del sentido que cobra en los otros) es a Weber,  lo que el Hecho Social (que está dado)  a Durkheim; la diferencia es filosófica, el punto de partida para la construcción, es diferente.

En esa construcción de la Acción Social, la herramienta metodológica está dada en el Tipo Ideal según Weber; herramienta metodológica en tanto abstracción que permite ordenar conceptualmente, y las abstracciones que realiza el investigador son hechas por el propio investigador para definir su objeto de estudio; son una construcción del investigador, las hace en Relación a Valor, deben tener coherencia interna, que en cada caso estará daba o debiera estar dada teniendo en cuenta la Individualidad Histórica del caso; y si así se lograra, será la propia individualidad histórica las que permita establecer el recorte, en aquello que tiene Significación Cultural.

Asimismo aborda una diferenciación o caracterización de los fenómenos, para entender las relaciones que cada uno pone en juego y que define como:

Ø  Económicos: aquellos que son creados conscientemente para fines económicos. Las Leyes, instituciones, etc..

Ø  Económicamente pertinentes: los que, no habiendo sido creados para fines económicos, producen efectos que atraviesan la esfera económica. Pone como ejemplo, los procesos de la vida religiosa.

Ø  Económicamente condicionados: aquellos procesos que están influidos por motivos económicos en su especificidad. Así el arte, el deporte.


Finalmente merece resaltarse que establece una clara diferenciación respecto de Durkheim respecto de la forma de abordar la realidad para generar nuevo conocimiento expresando “No las conexiones de hecho entre cosas sino las conexiones conceptuales entre problemas están en la base de la labor de las diversas ciencias. Una nueva ciencia surge cuando se abordan nuevos problemas con métodos nuevos, y, por esa vía, se descubren verdades que inauguran nuevos puntos de vista significativos”. (P 57).


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