Todos estamos atravesados por el "sentido común"; que es algo así como una idea general de lo que son las normas que se ajustan a lo esperado; o lo que se espera de cada individuo en una determinada sociedad o grupo.
Así, quienes por diferentes motivos tienen posibilidades privilegiadas de comunicar, o de hacer circular conceptos que; siendo de su interés y/o beneficio particular o sectorial, llegan a toda la sociedad y se instalan como sentido "común a todos"; y luego,con el paso de tiempo, aún cambiando las circunstancias coyunturales; se va perdiendo en el tiempo la información del porque, del para que esas prácticas fueron "instaladas", pero se continúan transmitiendo como "normales", como algo dado que siempre fue así.
En general siempre no fue así.
Desnaturalizar esas concepciones "naturalizadas" por intereses determinados, es como volver claro y concreto, aquello que aparece como prefijado e inmutable; es como hacer visible a los ojos del conjunto, lo que parece que no existe, o que es de otro modo. En definitiva, desnaturalizar es combatir la aceptación lisa y llana del sentido común; aunque las cosas vengan "encriptadas" en costumbres y/o tradiciones; o aunque vengan "protegidas" con frases como: "lo dice el sentido común".

La respuesta de Buarque, además de esclarecedora en cuanto al tema específico; en este caso el futuro de la Amazonia; es en sí misma una demostración práctica sobre de que se trata desnaturalizar el sentido común.
Durante un debate en una universidad de Estados Unidos,
le preguntaron al ex gobernador del Distrito Federal y actual Ministro de
Educación de Brasil, CRISTOVÃO CHICO BUARQUE, qué pensaba sobre la
internacionalización de la
Amazonia.
Un estadounidense en las Naciones Unidas introdujo su
pregunta, diciendo que esperaba la respuesta de un humanista y no de un
brasileño.
Ésta fue la respuesta del Sr. Cristóvão Buarque:
Realmente, como brasileño, sólo hablaría en contra de la
internacionalización de la
Amazonia.
Por más que nuestros gobiernos no cuiden debidamente ese
patrimonio, él es nuestro.
Como humanista, sintiendo el riesgo de la degradación
ambiental que sufre la
Amazonia , puedo imaginar su internacionalización, como
también de todo lo demás, que es de suma importancia para la humanidad.
Si la
Amazonia , desde una ética humanista, debe ser
internacionalizada, internacionalicemos también las reservas de petróleo del
mundo entero. El petróleo es tan importante para el bienestar de la humanidad
como la Amazonia
para nuestro futuro. A pesar de eso, los dueños de las reservas creen tener el
derecho de aumentar o disminuir la extracción de petróleo y subir o no su
precio.
De la misma forma, el capital financiero de los países
ricos debería ser internacionalizado. Si la Amazonia es una reserva para todos los seres
humanos, no se debería quemar solamente por la voluntad de un dueño o de un
país. Quemar la Amazonia
es tan grave como el desempleo provocado por las decisiones arbitrarias de los
especuladores globales. No podemos permitir que las reservas financieras sirvan
para quemar países enteros en la voluptuosidad de la especulación.
También, antes que la Amazonia , me gustaría ver la internacionalización
de los grandes museos del mundo. El Louvre no debe pertenecer solo a Francia.
Cada museo del mundo es el guardián de las piezas más bellas producidas por el
genio humano. No se puede dejar que ese patrimonio cultural, como es el
patrimonio natural amazónico, sea manipulado y destruido por el sólo placer de
un propietario o de un país. No hace mucho tiempo, un millonario japonés
decidió enterrar, junto con él, un cuadro de un gran maestro. Por el contrario,
ese cuadro tendría que haber sido internacionalizado.
Durante este encuentro, las Naciones Unidas están
realizando el Foro Del Milenio, pero algunos presidentes de países tuvieron
dificultades para participar, debido a situaciones desagradables surgidas en la
frontera de los EE.UU. Por eso, creo que Nueva York, como sede de las Naciones
Unidas, debe ser internacionalizada. Por lo menos Manhattan debería pertenecer
a toda la humanidad. De la misma forma que París, Venecia, Roma, Londres, Río de
Janeiro, Brasilia... cada ciudad, con su belleza específica, su historia del
mundo, debería pertenecer al mundo entero.

En sus discursos, los actuales candidatos a la
presidencia de los Estados Unidos han defendido la idea de internacionalizar
las reservas forestales del mundo a cambio de la deuda.
Comencemos usando esa deuda para garantizar que cada niño
del mundo tenga la posibilidad de comer y de ir a la escuela.
Internacionalicemos a los niños, tratándolos a todos ellos sin importar el país
donde nacieron, como patrimonio que merecen los cuidados del mundo entero.
Mucho más de lo que se merece la Amazonia. Cuando los dirigentes traten a los
niños pobres del mundo como Patrimonio de la Humanidad , no permitirán
que trabajen cuando deberían estudiar; que mueran cuando deberían vivir.
Como humanista,
acepto defender la internacionalización del mundo; pero, mientras el mundo me
trate como brasileño, lucharé para que la Amazonia , sea nuestra. ¡Solamente nuestra!
NOTA: Este artículo fue publicado en el NEW YORK TIMES,
WASHINGTON POST, USA TODAY y en los diarios de mayor tirada de EUROPA y JAPÓN.
Pero en BRASIL y el resto de Latinoamérica, este artículo no fue publicado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario